Luz Raquel Padilla, en vida, hacía honor a su nombre, repartiendo luz por donde pasaba.
Procuraba dar una vida digna y feliz a sus dos hijos, uno de ellos autista.
Pero sus vecinos no comprendían los retos que la discapacidad de su vástago implicaba. Y decidieron rociarla con alcohol y quemarla viva.
En estos videos ella había denunciado las amenazas
El gobierno de Jalisco la ignoró por completo.
Ahora está muerta y sus hijos solos en el mundo.
Con información de Milenio.